Nuestro eslogan reza: "todo con un mínimo de calidad o interés", por eso hoy no destacamos la publicación por la calidad musical, pero sí tiene especial interés por el lado social y por el polvo que levantó, reflejo de una España recién salida del ostracismo. Si por aquel entonces no nos molestaba, ¿por qué iba a hacerlo hoy?, la libertad en todos sus ámbitos, empieza por el respeto a los demás. "Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo" (Voltaire). Ya hemos comentado en diversas ocasiones que a principios de los 80, la expansión del punk británico y la influencia de grupos del 77, sobre todo La Banda Trapera del Río y Kaka de Luxe , se extendió como un reguero de pólvora por varias ciudades españolas. En aquella segunda hornada del punk, surgieron grupos efímeros con más actitudes provocativas y de rechazo que aptitudes musicales: Espasmódicos en Madrid, Último Resorte en Barcelona o las Vulpess en Baracald...
Aparecieron para dar a la movida un toque de Los Ramones, sus fundadores fueron: Emilio Sancho (voz), Arturo Pérez (guitarra), Joaquín Rodríguez (bajo) y Rafa Cabello (batería). Con unas letras divertidas y una discutible calidad musical, pasearon su estilo guitarrero durante toda la década. Canciones como «El imperio contraataca», «La naranja no es mecánica» y «Por el interés te quiero Andrés» les han garantizado un rincón en la historia de la música en España. Tras su disolución en 1990, una gran cantidad de grupos en España se declaran herederos de su estilo pop-punk desenfadado, como Airbag, FANTA, Depressing Claim, No Picky, etc. Su club de fans suele organizar un concierto tributo anual en el que los grupos realizan versiones de Los Nikis.
¡Es una de las mejores canciones de los años ochenta...!
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