En este blog no hemos prestado la atención que se merece al estilo más universal que tenemos y del que lógicamente somos la primera potencia, el flamenco. Y es que lo hemos seguido con cuenta gotas y asociado siempre con aquella explosión de finales de los 70 del rock andaluz con Alameda, Medina Azahara o Guadalquivir e incluso con grupos ochenteros como El ultimo de la fila o Pata negra. Pero Lole y Manuel fue distinto ¡y tanto!, instruidos en la música moderna e incluso con reminiscencias hippys, son considerados junto a Camarón de la Isla los padres del nuevo flamenco. El cante de Lole, sereno y dulce y la singular guitarra de Manuel, rompieron con el flamenco establecido, aunque los puristas del género no lo quieran admitir.
Sus orígenes se encuentran en el primer grupo que rompió con todas las normas y tocó rock progresivo andaluz llamado Smash. Poco después el hijo de "El Encajero" Manuel Molina Jimenez, junto a su mujer, la hija de "La Negra" y de "Juan Montoya", Dolores Montoya Rodriguez, se unirían al proyecto de su amigo Tele Palacios, para forjar el nacimiento de Triana, rey indiscutible del género.
Ya como dúo en 1973, Gonzalo García-Pelayo les ofrece grabar una maqueta. Para su debut discográfico Lole y Manuel viajan hasta Madrid, la grabación dura tres días, por desavenencias rompen con Gonzalo y se quedan tirados en Madrid sin un duro y con la maqueta.
A pesar de no tener nada firmado Gonzalo García-Pelayo lanza el disco bajo el sello Movieplay, sin ningún tipo de campaña publicitaria, ni presentación, ni promoción, ni nada. Poco a poco “Nuevo Día” empieza a funcionar, primero unas pocas buenas críticas de la prensa especializada, después el boca a boca y al final el disco se convierte en un gran éxito. Aquí tenéis esta preciosa canción, que da nombre al Lp, que siempre nos ha gustado mucho y hemos tarareado más.
Para no acabar en los tribunales tanto la discográfica como el dúo llegan a un acuerdo para obtener la carta de libertad, para entonces Tomás Muñoz del sello CBS les ofrece un contrato para el que graban sus próximos discos.
El primero de ellos, “Pasaje del Agua” (1976), siguen experimentando, jugando con los ritmos árabes, los tangos, las alegrías y, sobre todo, las bulerías. Sin descanso graban el tercero, el homónimo “Lole y Manuel” (1977) tras el cual la pareja decide tomarse un descanso.
Después de tres años de parón, embarazo de Lole incluido, deciden volver a grabar y lanzan su cuarto álbum, “Al Alba con Alegría” (1980) en homenaje a su hija, Alba Molina y al que pertenece este tema. Para su último disco con CBS contactan con un viejo amigo, Gualberto García, que ejerce de productor y arreglista convirtiendo a “Casta” (1984) en el disco orquestal de Lole y Manuel. Poco tiempo la pareja decide poner fin a su relación, tanto artística como personal.
Pero lo que parecía un punto final tuvo un epílogo, en los años 90 graban con la orquesta sinfónica de Londres “Lole y Manuel cantan a Manuel de Falla” (1992), que generó mucha expectación y que fue una cierta decepción. Visto el revuelo que se levantó con su supuesta vuelta, Virgin les ofrece un contrato convirtiendolos en los primeros artistas flamencos en una multinacional. Pero esto no les hace cambiar, ni supeditarse a ciertas exigencias, graban “Alba Molina” (1994), siendo el último disco con material inédito del dúo, al que posteriormente le acompañó el directo desde el Teatro Monumental de Madrid “Una Voz y una Guitarra” (1995).
Actualmente sus carreras discurren por caminos separados, aunque puntualmente colaboren juntos en alguna grabación como en el disco de Lole Montoya “Ni el Oro ni la Plata” (2004), en la que Manuel le escribió algunos temas e incluso llegan a tocar juntos.
Referencias:
Lafonoteca
Ya como dúo en 1973, Gonzalo García-Pelayo les ofrece grabar una maqueta. Para su debut discográfico Lole y Manuel viajan hasta Madrid, la grabación dura tres días, por desavenencias rompen con Gonzalo y se quedan tirados en Madrid sin un duro y con la maqueta.
A pesar de no tener nada firmado Gonzalo García-Pelayo lanza el disco bajo el sello Movieplay, sin ningún tipo de campaña publicitaria, ni presentación, ni promoción, ni nada. Poco a poco “Nuevo Día” empieza a funcionar, primero unas pocas buenas críticas de la prensa especializada, después el boca a boca y al final el disco se convierte en un gran éxito. Aquí tenéis esta preciosa canción, que da nombre al Lp, que siempre nos ha gustado mucho y hemos tarareado más.
Para no acabar en los tribunales tanto la discográfica como el dúo llegan a un acuerdo para obtener la carta de libertad, para entonces Tomás Muñoz del sello CBS les ofrece un contrato para el que graban sus próximos discos.
El primero de ellos, “Pasaje del Agua” (1976), siguen experimentando, jugando con los ritmos árabes, los tangos, las alegrías y, sobre todo, las bulerías. Sin descanso graban el tercero, el homónimo “Lole y Manuel” (1977) tras el cual la pareja decide tomarse un descanso.
Después de tres años de parón, embarazo de Lole incluido, deciden volver a grabar y lanzan su cuarto álbum, “Al Alba con Alegría” (1980) en homenaje a su hija, Alba Molina y al que pertenece este tema. Para su último disco con CBS contactan con un viejo amigo, Gualberto García, que ejerce de productor y arreglista convirtiendo a “Casta” (1984) en el disco orquestal de Lole y Manuel. Poco tiempo la pareja decide poner fin a su relación, tanto artística como personal.
Pero lo que parecía un punto final tuvo un epílogo, en los años 90 graban con la orquesta sinfónica de Londres “Lole y Manuel cantan a Manuel de Falla” (1992), que generó mucha expectación y que fue una cierta decepción. Visto el revuelo que se levantó con su supuesta vuelta, Virgin les ofrece un contrato convirtiendolos en los primeros artistas flamencos en una multinacional. Pero esto no les hace cambiar, ni supeditarse a ciertas exigencias, graban “Alba Molina” (1994), siendo el último disco con material inédito del dúo, al que posteriormente le acompañó el directo desde el Teatro Monumental de Madrid “Una Voz y una Guitarra” (1995).
Actualmente sus carreras discurren por caminos separados, aunque puntualmente colaboren juntos en alguna grabación como en el disco de Lole Montoya “Ni el Oro ni la Plata” (2004), en la que Manuel le escribió algunos temas e incluso llegan a tocar juntos.
Referencias:
Lafonoteca
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